viernes, 27 de noviembre de 2020

De adioses

 

 

 

 

 

 



 

Hay dos enormes puertas en este cementerio

a una la llaman principal y a la otra de emergencia.

También hay una glorieta a la entrada de la primera

e hileras de nichos, de flores de plástico ajadas,

la intemperie todo lo arruina, en la segunda

Por esta, siempre me gusta entrar a mí

 

Como en la vida, en la muerte hay niveles

varios, no solo dos o tres y allí resulta evidente:

Grandes túmulos de ángeles orando

o de vírgenes,  escudos y laureles de mármol,

pequeños panteones de piedra gris y bordes negros

en los que la muerte es la misma, igual de fría

 

Entre tumba y tumba ha crecido la hierba verde

se siente suave cuando te acercas al lugar sombrío

donde tus seres queridos duermen

Qué haces aquí te preguntas, si solo hay silencio,

pero tú preguntas cómo estás, tienes frío.

Los muertos son sordos y ciegos a tus lamentos

Y te vas sin respuesta sabiendo que vas a volver.

 

 

 

  © Rosa G. Panera
Todos los derechos reservados

 

 

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