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I
En ese tiempo la naturaleza nos
miraba salvaje
cuando tú ibas y venías cinco
veces
para alcanzar con tus pasitos
los nuestros
Cuando el Universo olía a
helechos, eucalipto y mar
y el sol bendecía con sus rayos
y su luz
la claridad difusa de la mañana
Tu volvías y te quedabas mirando
asombrado
por la manera lenta en que nos
movíamos
No sabías que nosotros
disfrutábamos del presente
y tú andabas buscando el futuro
II
Soy un fantasma que transita
triste
por los viejos senderos que he
recorrido
soy invisible a los ojos de los
demás
y silencioso como el vuelo de
una pluma
que se desprendió del ala de un
pájaro
no soy nada, apenas una idea
poco más que un suspiro y sin
embargo
camino incansable, sin esperanza
recogiendo las piedras que fui
dejando
al borde del camino para saber
dónde volver
y después volver a echarlas al
vuelo
para que otros, recogiéndolas no
se pierdan
© Rosa G. Panera
Todos los derechos reservados
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