viernes, 17 de noviembre de 2017

Niebla












Fue en Londres, aquella mañana que amaneció nublado.
Miramos por la ventana cómo la espesa niebla
abrazaba los árboles.
Era una idea romántica
Yo veía las sombras de los fantasmas
de los castillos en ruinas
y al destripador acechando en las esquinas
a las jóvenes doncellas
La ciudad me asustó al conocerla,
emboscada en aquella espesa bruma
me hizo sentir un escalofrío.
Pasaron los días y salió el sol,
pálido y tímido asomó entre los tejados
y conocí sus calles, paseé por ellas
y aprendí a vivir
Hoy, esta pequeña ciudad mía
se ha hecho Londres entre la bruma
de mis recuerdos.



 © Rosa G. Panera
Todos los derechos reservados






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