Está lloviendo,
cae ese agua fina
que apenas se ve,
pero moja tanto,
a través de mi
ventana veo la niebla
bajando
lentamente del monte
como un toldo
gris que cubre el cielo
para ocultarlo de
la vista del hombre
Hace frío, los
cristales parecen hielo,
busco en el
barómetro de la calle:
siete grados
señala, iluminado en la noche
qué bien se está
en casa me digo
entre mis cosas,
al calor, con los míos
no sé porqué pero
tengo suerte
Bajo la cornisa
de la puerta de la escuela
dos hombres extienden
sus cartones
se quitan las
botas y se tapan con mantas
agrupados, como
musgo pegado a la tierra
vacios, huecos,
sin nadie, sin nada
tratando de que
la lluvia no les alcance
Están ahí, me
dijo alguien, porque beben
son borrachos sin
futuro o locos
que seguro no
pueden convivir con nadie
puede que sí que
sea eso lo que les pasa
pero su condena
es dura y para algunos eterna
y están ahí
tirados como si no tuvieran madre
© Rosa G. Panera
© Rosa G. Panera
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