Si no me miras, peco,
no soy yo es el deseo de tenerte
Cuando lo haces mis ojos
son un pozo de aguas frescas
que se ofrecen para apagar tu sed.
Mis manos dibujan tu rostro
acarician los contornos de tu cuerpo.
algo explota de pronto incontrolable.
Por eso peco, solo por eso.
© Rosa G. Panera
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